Vamos ya en la semana dos de este reto «Adiós Rollitos» con el que pretendemos disminuir nuestro consumo de harinas refinadas y azúcares. Puedes checar el arranque del reto aquí, y aquí está también la semana 1 por si vas empezando.
Es interesante observar como el hecho de cambiar de hábitos es una cuestión de arriesgarte a probar cosas nuevas. Hacemos declaraciones como: NUNCA podría tomar café sin azúcar (en mi caso) y hoy tomo café sin azúcar porque decidí probarlo, y ¡no sabe mal! Considera que yo no soy cafetera, entonces mi café es agua de calcetín, pero los muy cafeteros que conozco de hecho se toman el café sin azúcar para disfrutar más el sabor. El asunto es que yo decidí probar a qué sabía el café (agua de calcetín) sin azúcar y hoy descubro que puedo tomarlo así.
He hecho lo mismo con las infusiones: ya probé el té verde, el té de jengibre, el té rojo y el té de canela sin miel. Y el verde, el rojo y el de canela saben muy rico sin miel. El de jengibre me costó más trabajo, porque tal vez le puse mucho jengibre y el sabor es fuerte.
Lo que quiero decir es que nos arriesguemos a probar cosas nuevas antes de decir: no lo podría cambiar, no me gusta, está horrible. Porque muchas veces solo habla nuestro temor a hacer algo diferente y que no nos guste. Pero, si algo no te gusta a la hora de comer, no te lo comes y ¡listo! Es tan grave como eso. Así que toma el riesgo de probar algo distinto, te puedes sorprender.
Te cuento lo que hicimos esta semana:
Día 8:
Planifica tus comidas. Así puedes comprar todo lo necesario el fin de semana, y cuando te ataca el hambre voraz ya tendrás disponible lo que vas a comer. Puedes incluso dejar cosas previamente cocidas para que la preparación sea más rápida. Lee el post “adiós rollitos” para que identifiques cuál es tu “punto de transformación Hulk” para que lo puedas evitar.
Si planificas, improvisas menos y te organizas mejor con tus tiempos. Además puedes planear incluso el lunch/munchie de media mañana/media tarde y volverlo saludable.
Día 9:
¿Has probado el amaranto? Es una semilla que tiene un sabor muy suave y se puede combinar con prácticamente cualquier cosa, sobre todo frutas.
En el supermercado venden amaranto inflado (es muy económico) pero también puedes encontrar la semilla cruda que se puede cocer en agua o tostar.
El amaranto es una proteína completa: cada taza de amaranto aporta 26grs. de proteína y es libre de gluten.
Puedes ponerlo sobre la fruta con el yogurt, añadirlo en licuados en el harina para tus hotcakes. Checa el post “La fuerza del amaranto” para que conozcas todos sus beneficios y veas una receta ideal para desayuno o cena.
Día 10:
Haz que tus alimentos tengan una mayor densidad de nutrientes añadiendo ingredientes “verdes” es decir, saludables y nutritivos.
- Añade espinacas a tus quesadillas/tostadas
- Agrega semillas de hemp a tu atún
- Pon germinado y espinacas a tu sándwich
- Añade chía y linaza a tu fruta con yogurt.
Asi, en un mismo platillo obtienes más nutrientes.
Checa la receta “Quesadillas con espinacas y champiñones” para una idea rápida.
Día 11:
Mantenerte bien hidratado es importante en el cambio de alimentación.
Seguramente estás comiendo más fibra de lo que estabas acostumbrad@. Fibra provienen de los cereales enteros y de la verdura. Para que tu digestión no se vea impactada o empieces a sufrir estreñimiento, toma suficiente líquido.
Al evitar los refrescos azucarados y jugos procesados, pareciera que nuestras opciones se reducen a agua simple. La verdad es que hay muchas opciones: tes (infusiones), aguas de frutas (sin azúcar), agua mineral, agua de coco, electrolitos.
Prueba este Piña Punch preparado con agua de coco, piña, jengibre y chía. Aquí la receta completa y sus beneficios.
Día 12:
Es tan importante lo que comes como el entorno/contexto en el que comes.
Cuando comes y enfocas tu atención en otra cosa, como comer frente al escritorio/computadora/ordenador en la oficina, o viendo la TV, no te fijas realmente en lo que comes, estás distraído y puedes comer más de la cuenta, comer muy rápido y sin masticar bien. Si tomas conciencia de lo que comes y estás atento al momento de la comida, disfrutarás más los sabores y las texturas de tus alimentos, masticarás más y notarás más fácilmente el momento en el que ya estás satisfecho, evitando con ello raciones muy grandes y excesos.
Día 13:
Cuando a tus ensaladas les añades aderezos envasados en grandes cantidades, puedes estar poniendo casi las mismas calorías que tiene una hamburguesa con queso a tu platillo “saludable”.
Añade a tus ensaladas ingredientes que aporten sabores y texturas diferentes para que el sabor de la ensalada “sola” te guste: usa uvas, manzana, aguacate, queso panela, tomate cherry.
Y si te hace falta un aderezo/aliño prueba con aceite de oliva y vinagre balsámico, o mostaza con un poco de miel, y el siempre básico sal y limón.
Además de las lechugas puedes añadir hojas de espinacas, kale, acelgas, berros, verdolagas, y casi cualquier hoja verde que te encuentres. Tienen más nutrientes que las lechugas. Checa una receta de Ensalada Capresse y una receta de Ensalada de Arugula con Aguacate.
Día 14:
La harina de trigo refinada cuando se procesa para su fabricación pierde prácticamente todos los nutrientes y nuestro cuerpo la transforma en azúcar cuando la comemos, por eso el reto es eliminarla de nuestra dieta.
Usar harinas provenientes de otras fuentes es una gran alternativa. Por ejemplo: harina de coco, harina de amaranto, harina de avena, harina de quinoa, que además de ser libres de gluten aportan nutrientes a tu cuerpo. Muchas de ellas las puedes preparar en casa (como la de avena) y hacer tu repostería más saludable.
¿Qué tal desayunar hotcakes hechos de harina de avena? Una taza de avena en hojuelas, la metes al procesador de alimentos hasta que se pulverice, añades un huevo, leche, un poco de vainilla y a preparar hotcakes saludables.
También puedes intentar preparar panes y pasteles. Checa la receta de Pan de Plátano preparado con harina de avena. Te sorprenderá lo sencillo que es.
Ya vamos a la mitad del camino!!!
Sigamos y que la buena voluntad de cambiar de hábitos nos acompañe!
¿Tu cómo vas? Cuéntame, me gustará saber qué cambios empiezas a hacer en tu alimentación.
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