Maratón de Monterrey: de vuelta al ruedo

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Hoy era un día importante: el plan era correr 21kms para “probar” las rodillas, después de una intensa tendinitis en pata de ganso que me tuvo sin correr durante dos semanas.

Semana 15 y 16 del entrenamiento rumbo a Maratón Monterrey estuve literalmente sin correr porque el dolor de la lesión no me permitía hacer nada. Además, la recomendación médica era: no hagas nada que involucre las piernas hasta que esto ceda o puede empeorar. Así que me dedique a hacer core y tren superior.

Cuando uno intenta entrenar en casa, pero tiene peludos amorosos

Como les compartí en el post anterior que pueden leer aquí, fui al ortopedista, que me infiltró directo a la zona tendinosa inflamada. Hielo. Calor. Fisioterapia. Pero el dolor seguía sin ceder. Hasta que Frank decidió manipular el tendón para liberarlo, y funcionó. Finalmente el dolor empezaba a ceder.

Ya sin dolor, pudimos empezar con ejercicios de fortalecimiento de isquiotibiales, para “tensar” al músculo lo suficiente y observar la reacción de los tendones. Y todo fue marchando muy bien. No regresó el dolor, con lo cual pudimos avanzar un poco más y hacer fuerza de piernas el martes y un día después probar a correr.

5kms.

Nada demasiado “rápido”. Y es que uno se vuelve inseguro con una lesión. No sabes lo que podrás hacer, y lo que no. No sabes cómo reaccionará tu cuerpo, y si el dolor volverá a aparecer. Así que fui muy precavida, a ritmos muy lentitos. Seguí yendo a fisioterapia por las tardes, para no permitir que surgiera nuevamente la inflamación, y tener todo lo más controlado posible.

Seguimos corriendo al día siguiente: 5kms. Descansamos un día. Ahora hay que intentar 50 minutos y ver cómo respondemos.

Alerta: Monterey es en dos semanas.

Coordinando esfuerzos entre Frank y Héctor (fisioterapeuta y entrenador respectivamente) decidimos probar suerte y correr 21kms en la carrera de Megamedia, por que si “algo” surgía, teníamos un par de días para resolverlo. Si bien el maratón de Monterrey es el 11 de diciembre, yo viajo desde el 1 de diciembre porque Luis compite en su 70.3 el 4 de diciembre, lo que me deja con poco tiempo de maniobra.

Vamos pues a correr 21ks en Megamedia y que sea lo que tenga que ser.

En rehabilitación

Veo a Frank el sábado previo a la carrera. El está confiado en que todo estará bien. Hablo con Héctor y la recomendación es tratar de mantener un paso de 5:10. ¿Cómo voy a correr a 5:10 si no he corrido en dos semanas? Impresionante como es nuestra cabeza la primera que mete el freno de mano, ¿no?

Domingo. Dia de la carrera. Erica, a quien quería seguir, no vendrá porque Adri tiene fiebre. Pablo e Ivette si vienen y escucho cuál es su plan para la carrera. Decidimos empezar juntos y ver cómo nos vamos sintiendo.

 

 

Empezamos muy rápidos.

Tratamos de “controlar” el ritmo a 5. En el km 3 Pablo e Ivette vienen muy bien, muy frescos, y empiezan a acelerar. Yo decido quedarme atrás, porque no quiero arriesgarme a ir a menos de 5. Mi plan es no subir el ritmo más arriba de 5:15, pero decido ver el reloj lo menos posible, e ir corriendo por sensaciones. Necesito poner mucha atención en cómo se siente mi cuerpo, mis rodillas. Si hay dolor, paro.

Salimos a paseo Montejo. Y voy corriendo sola, a mi ritmo. Me siento bien. Estoy pendiente de comer mis gomitas, mis pastillas de electrolitos y mis antifatiga cuando me corresponde, y todo el tiempo observando mi cuerpo.

En el paso deprimido hay indicaciones de que los corredores de 10kms corren por arriba, 21 por abajo. Bajada, a ver cómo le va a la rodilla. Acelero. Subida, a ver cómo le va a la rodilla, mantengo el ritmo. Bien. No hay dolor.

Ya no alcanzo a ver ni a Pablo ni a Ivette que venían delante de mi. Pero sigo corriendo a mi ritmo. Paso a algunos corredores, saludo a muchos otros. ¡Me encanta la interacción con los corredores! Me llena de energía, de buena vibra.

Tomo hidratación en cada punto.

Me acuerdo de Isa y me guardo un “boli” en el top. El día está nublado gracias a Dios, pero hace calor y hay humedad.

Ya empiezo a ver a algunos de los corredores que vienen de regreso, los primeros lugares. Las primeras mujeres en pasar son Abigail y Rosalba, son unas máquinas.  Veo a Ramón, a Rous. Veo a Pablo y a Ivett e que ya habían dado la vuelta en el retorno, y no hay como pueda alcanzarlos. Pero sigo corriendo a mi ritmo, ¡no le bajes!

Antes del retorno veo a una corredora que tira la basura de su bolsita de agua a la calle, y no puedo evitar hacer el comentario de la basura, porque me parece increíble que no podamos correr con 2grs de peso en las manos para tirar la bolsa en el siguiente punto de hidratación. Guarda tu bolsa en el short, en la cintura, en el puño de tu mano, en tu gorra/visera, ¡pero no tires la basura en la calle!

Doy la vuelta en el retorno, y más adelante está el kilómetro 12. Es una mesa con Powerade, y bajo el ritmo para tomar un vaso e hidratarme. Aprovecho a tomar capsulas de electrolitos y antifatiga. Vamos, vamos.

Kilómetro 15.780 aparece un pequeño dolor en la parte interna de la rodilla izquierda. No por favor. Revisa la técnica de carrera, asegúrate de caer bien con el pie. Si sigue doliendo paramos. Pero no sigue doliendo. Siento cansancio en las pantorrillas. No al punto del calambre, pero si cansancio. ¿Me dará calambre?

De regreso al paso deprimido.

Bajada. Subida. Bien, buenas sensaciones. Sigo rebasando corredores, lo cual me gusta porque me hace saber que mantengo un buen ritmo.

Pensé que seguiríamos derecho hasta el remate, pero hay que dar vuelta a la derecha en la Av. Del deportista. Kilómetro 19. Veo a Pablo y a Ivette: ¡aprieten! ¡Les faltan 2kms!! Doy la vuelta también en el retorno. Rebaso a Quique, veo que Jonathan, viene cerca.

Gracias Jona por la sufridera de hoy 😉

Ya sobre Paseo Montejo nuevamente escucho a Jonathan: “vamos Addy. ¿Quién viene delante de ti?”  Yo respondo que viene Rous, e Ivette. Y solo me dice: vamos. Ya se lo que eso significa. Ya lo hemos hecho otras veces, en otras carreras donde me jala y me lleva hasta el límite. ¿Lo podré hacer hoy?  Me pego a sus pies, y me dejo llevar. Al principio es “sostenible”. Pero conforme vamos avanzando, Jona va subiendo el ritmo. Mi respiración empieza a costarme mucho trabajo. El corazón está en la garganta. Pero yo no me despego de sus pies.

Veo a Clau y a Jos echándome porras, pero no puedo decir mucho porque no puedo desviar mi atención de Jona o me quedo. Veo a Alice que también me echa porras, pero nuevamente, tengo que enfocarme en seguir el ritmo de los pies de mi super pacer. Las piernas me arden. Las pantorrillas se empiezan a quejar. Por un momento pienso en decirle «hasta ahi», pero de verdad quiero intentarlo, asi que no digo nada, y sigo corriendo.

Un cambio más” me dice Jona. Sé que significa que apretaremos un poco más, y no se si podré sostenerlo. Pero para mi sorpresa lo hago y me mantengo pegada a sus pies. Mi respiración es incontrolablemente ruidosa.  Jadeo. Las piernas me arden. El corazón se me sale. Son los últimos metros. Y no hago más que sostener el paso lo más que puedo. Me esfuerzo al máximo y el sufrimiento (que más bien creo que es esfuerzo) me hace llorar. Es muy difícil llorar y correr, así que intento no parar, ya luego lloro.

Cruzo la meta. 1:45. Mi mejor tiempo en 21ks.

Y entonces las lágrimas contenidas empiezan a brotar y no puedo parar de llorar.

Veo a Jose en las vallas, y voy y me abrazo a su cuello y lloro desconsoladamente. Jose solo me abraza.

Lloro porque pude. Lloro porque lo logré. Lloro porque no me duelen las rodillas. Lloro porque hoy enfrenté una vez más a todos mis miedos, y los vencí. Lloro porque Jonathan siempre me hace recordar de qué estoy hecha, y que siempre puedo sufrir un poquito más para lograr lo que me propongo. Gracias Jona por hacerme correr el kilómetro más intenso de todo mi entrenamiento.

Jose me pregunta: ¿te duelen tus rodillas? Yo respondo que no. Y sigo llorando.

Gracias Jose por contenerme en ese cálido abrazo. Gracias por sostenerme y por consolarme. Por no dejarme caer. Por entender lo intenso del momento. Estabas en el lugar adecuado en el momento adecuado y te lo agradezco infinitamente.

Veo a Pablo, a Ivette, están enteros.

¡Qué orgullo! Nunca los alcancé, corrieron maravillosamente, y están enteros.

Veo a Jona, y voy a abrazarlo. Porque claro, quiero recordar cada paso pegada a sus pies, y el esfuerzo que eso representó para mi, pero sobre todo quiero recordar que pude hacerlo, pude esforzarme al máximo una vez más.

Pletórica de felicidad, sin dolor en la rodilla, cobijada por la hermosa comunidad de Planeta Maratón: charlas, risas, fotos. Todo es perfecto.

Tercer lugar de mi categoría

Una chica de la tribu Bacab me dice que me coloqué en tercer lugar de mi categoría. El corazón se me vuelve a acelerar. Voy a confirmar los resultados. Y si, quedé tercera de mi categoría. Vaya cereza del pastel: regreso a correr después de estar parada dos semanas, y además de la satisfacción personal de haber corrido con mi máximo esfuerzo, quedé en pódium, ¡qué intenso!

Nos quedamos charlando, tomando fotos, riendo. Pido hielo para mi rodilla mientras esperamos la premiación. No me duelen. No me duelen las rodillas. Están cansadas, están sensibles, pero no me duelen.

Correr hoy me regresa la confianza para saber que puedo correr Monterrey en buenas condiciones físicas. Aun en los momentos de mayor dolor de mis rodillas las semanas anteriores, nunca pensé en abandonar. Confiaba en que lograríamos estar listas y sin dolor a tiempo. El entrenamiento ya estaba hecho, solo necesitaba que el cuerpo respondiera a la rehabilitación y que el dolor cediera y no volviera a aparecer, y asi ha sido. Asi que Monterrey, estoy lista.

Quiero hacer un muy buen maratón.

Y me muero de miedo. Me muero de miedo de no cumplir mis propias expectativas, de no lograr lo que quiero hacer, de decepcionarlos a todos. Pero correr un maratón nunca es motivo de decepción. Asi que voy a correr Monterrey con la certeza de haber hecho el mejor ciclo de entrenamiento que he hecho hasta el momento, aun con la tendinitis frenándome. Voy a Monterrey llena de emoción, de esperanza. Tengo que recordar lo fuerte que estoy. Porque claro, a veces la parte más difícil es creérnosla.

Pero sigo trabajando en eso, en creérmela.

Decido creer que podré, y que lo haré maravillosamente bien. He trabajado muy duro durante muchos años para correr este maratón. Y sea cual sea el resultado, será maravilloso.

Gracias Guillerminsky, por guiarme en esta aventura. Por escucharme, por cuidar de mi, de mis cargas, de mis entrenos. Por retarme y hacerme más fuerte. Esa meta nos espera.

Gracias Frank, por hacerme correr sin dolor una vez más. Por no rendirte, por intentarlo hasta lograrlo con mis lesiones y sus complicaciones. Gracias por devolverme la confianza en mi cuerpo. Dale las gracias a Anita, Ricardo y Silvia, que el pódium de hoy también es de ellos por cuidar de mi.

Gracias otra vez Jona, por recordarme de qué estoy hecha. All in your mind.

Gracias a mi hermosa comunidad de Planeta Maratón: Jose, tu abrazo está en mi corazón. Pablish, super orgullosa de todo lo que has crecido en este camino rumbo a tu primer maratón. Ivette, gracias por tu fortaleza, tu disciplina, tu persistencia y tu sentido del humor. Me encanta correr contigo. Ramón, pfff, quiero ser como tu cuando sea grande. Rous, que maravilla poder coincidir contigo en este ciclo de entrenamiento. Clau, un gustazo verte corriendo nuevamente. Marianita, me encanta que no bajes la guardia ni te rindas, poco a poco los resultados se van dando. Delfin, gracias por estar, por acompañarnos, por las fotos, por el papel de baño, jejejeje.  Felipao, Eri, Isa, Jona, Beto, Luis, Paco, Irma, Vale, gracias por estar pendientes, y por tantos kilómetros compartidos rumbo a Monterrey. No podía estar mejor cobijada y acompañada. Gracias infinitas.

Parte de la hermosa comunidad de Planeta Maratón

Empecemos a hacer las maletas, que Monterrey nos espera.

Finalmente, gracias a ti por leerme, por el buen animo y por estar pendiente de mi.

Sobra decir que encontrarán harta información de todo lo que estará ocurriendo en Monterrey en mis redes 😉 porque ya saben que me gusta esto de compartirles las novedades.

Un abrazo!!

Addy.

 


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Corredora, yogui, triatleta y ahora blogger de bienestar. Experta en Cambio Organizacional. Mercadóloga de profesión, deportista de corazón. Comparto lo que he aprendido en este camino del deporte y la vida sana por si a ti también te sirve.

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