En las nuevas tendencias de comida saludable y super foods encontramos con mucha frecuencia a la quinoa.
Podríamos pensar que la quinoa es un alimento relativamente nuevo en nuestra dieta. Sin embargo, es un grano ancestral que cosechaban los Incas en los Andes desde hace 5000 años. Es una planta resistente que sobrevive a grandes alturas, y que tolera diferentes condiciones: aire frío, poco oxígeno, sol caliente, suelo arenoso o salado, poca lluvia.
Es de las pocas plantas que pueden ser consideradas una proteína completa ya que contiene aminoácidos esenciales. De manera natural, no contiene gluten, por lo que puede ser consumida por celiacos (personas con alergia al gluten). De la quinoa se utiliza la semilla completa, que es más pequeña que el tamaño de una lenteja.
Existen varios tipos de quinoa. La quinoa blanca es la que se utiliza con mayor frecuencia, aunque también se encuentra fácilmente quinoa roja y quinoa negra. Se consume cocida, hervida con un poco de agua y se puede comer en recetas tanto dulces como saladas. Tiene un sabor ligeramente a nuez, y es de consistencia suave.
Botánicamente no se considera un grano sino un pseudo-cereal (planta que se utiliza como grano y cereal, con perfil alimenticio similar). Nutricionalmente, se clasifica como grano entero.
Es considerada un superalimento por todos los nutrientes que contiene:
Magnesio: relaja los vasos sanguíneos por lo que ayuda a aliviar la migraña. Contribuye a la desintoxicación del cuerpo, la producción de energía, y la adecuada generación de impulsos nerviosos.
Hierro: Mantiene nuestros glóbulos rojos sanos, participa en el intercambio de oxigeno entre las células, y contribuye a la oxigenación de los músculos y del cerebro.
Manganeso: antioxidante que protege a las células de los radicales libres.
Fibra: Ayuda al buen funcionamiento de nuestro sistema digestivo. Reduce la presión sanguínea y los niveles de azúcar en la sangre.
Acidos grasos: Omega 3, acidos alpha-linoleicos.
El consumo constante de quinoa se relaciona con reducción en el riesgo de obesidad, cáncer de colon, presión sanguínea. Regula el sistema digestivo y nos deja satisfechos por más tiempo por su alto contenido de fibra. También aporta antioxidantes, carbohidratos complejos y proteínas a nuestra dieta.
¿Cómo incluirla en la dieta?
Es un alimento muy fácil de incorporar a diferentes platillos para elevar su valor nutricional. Para utilizarla, se enjuaga, se remoja un par de horas y se pone a hervir alrededor de 5 minutos o hasta que su consistencia sea suave, se escurre y se añade como ingrediente al platillo seleccionado.
Aquí un par de ideas:
Calabacitas con elote y quinoa
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